Es una especialidad de la odontología que se encarga de reemplazar las piezas dentales perdidas. Esto se logra mediante la colocación, en el hueso maxilar o mandibular, de un dispositivo de titanio, con forma de tornillo, que reemplaza la raíz del diente perdido.
Sobre el implante osteointegrado se instala una prótesis dental que devuelve al paciente las funciones masticatorias, fonéticas y estéticas.
El procedimiento para poner el implante es una cirugía bastante sencilla, que en general toma alrededor de 30 a 45 minutos y se realiza con anestesia local.